Donibane Garaxi

Gentilicio: Donibandar, Donibanegaraztar. Nombre consignado por Euskaltzaindia (1999) para el municipio de Baja Navarra, Saint-Jean-Pied-de-Port. Municipio bajonavarro situado en la zona Centro-S. de la provincia. Riega su término el río Nive o Errobia y su afluente el río Laurhibar. La localidad del mismo nombre, capital de la Baja Navarra, se encuentra a 168 m.s.n.m., en una llanura, en la parte central del término municipal, a ambos lados del río Nive o Errobia. El casco urbano se configuró primero en la orilla derecha del río Emobia, entre éste y el Laurhibar que lo cierra por el N. Consta este primer emplazamiento de los barrios denominados Villa Alta y Villa Baja, la Ciudadela, a la derecha, y Uganga o Urgane, a la izquierda. Culminando la Villa Alta y la Ciudadela se halla el barrio de Saint-Jacques cuyo origen se remonta al camino de Santiago. A la orilla izquierda se encuentra el barrio más moderno de Saint-Michel desarrollado en tomo al camino a Saint-Michel-le-Vieux, hoy calle de España. Las coordenadas geográficas son 3° 58' 15" de longitud y 47° 56' 31 " de latitud. Limita al N. con el término de Ispoure, al S. con los de Arneguy y Çaro, al E. con los de Ispoure y St. Jean le Vieux y al O. con los de Ascarat, Uhart-Cize y Arneguy. Superficie: 273 Ha. Densidad de población: 572 hab/km². (1982). Casa más alejada del ayuntamiento: 4 km.

Orígenes

Orígenes. Capital de la Tierra de Cize, villa fortificada desde el s. VIII, estratégico castillo realengo desde los albores de la soberanía del reino de Navarra en Ultrapuertos y capital de la Sexta Merindad, Garazi entra en la historia como parte del reino de Navarra, siendo citada en documentación de A. Picaud (1139), Idrisi (1154), Sancho Ramírez en 1168 y de Sancho el Fuerte en 1194. Su situación en un itinerario conocido desde la antigüedad condicionó su historia -eminentemente bélica-, no quedando apenas noticias fehacientes de la Alta Edad Media.

Aforamiento

Aforamiento. Beneficiada por el fuero de Bayona (1125) le fue éste confirmado por Teobaldo I en 1234, Felipe de Evreux en 1329 y Carlos II en 1355 y 1367, quien les concede varios privilegios, especialmente los relativos a la franquía de sus habitantes y a la feria y mercado, por ser frontera «y llave de nuestro regno». Recibirá asimismo la protección de Carlos III (1424) y doña Blanca (1439).

Entrada en la Unión de Buenas Villas del Reino (1274)

Entrada en la Unión de Buenas Villas del Reino (1274). La entrada de Donibane en la Unión de las Buenas Villas de Navarra (Pamplona, Estella, Sangüesa, Olite, Puente la Reina, Los Arcos, Viana, Laguardia) tuvo lugar en 1274, antes que lo hiciera Tudela (1286). La entrada permitía el acceso a las Cortes y, más adelante (s. XV), la exención del pago de peajes en todo el Reino.

Dos barrios viejos y el nuevo de Saint-Michel

Dos barrios viejos y el nuevo de Saint-Michel. En 1257 se mencionan ya una parte alta y una baja de la villa; los de la alta debían de cerrar la baja. La rua de San Miguel, que encaminaba hacia San Miguel el Viejo, es mencionada en 1276 en una orden del gobernador E. de Beaumarchais que la unía a los barrios viejos de la villa. A tenor de la misma, los jurados de San Juan debían prolongar las murallas englobando a la rua de San Miguel con el burgo mayor, la iglesia de Santa María del puente y el hospital de la misma advocación; también a la rua de San Per que llevaba a la puerta de Santiago y a San Per de Usocoa, parroquia primitiva de San Juan el Viejo. La planificación en forma de cuadrilátero del nuevo barrio en torno a la calle principal la hacen semejante a las villanuevas; posee una puerta en cada extremo, calles transversales y ninguna plaza ni iglesia. En el s. XIV los tres barrios reúnen 63 casas.

Castellanía de San Juan

Castellanía de San Juan. Garazi fue sede del castellano, alcaide de la fortaleza y delegado de la corona navarra en la Merindad de Ultrapuertos. La documentación registra los siguientes tenentes y alcaides: Martín de Chipia (1189), Rodrigo de Baztán (1194), García Almoravid (1234), Roger de Pierras (1280), Guillén Arnalt de Santa Gracia (1362), Miguel Sánchez de Ursúa (1364), Juan Ruiz de Aibar (1369), Martín Martínez de Baquedano (1389), Beltrán de Lasaga (1395), Pero Sáenz de Lizarazu (1410), Guillén Arnault de Santa María (1413), Arnaldo Guillén de Domezain (1470), a quien sustituyó su hijo Tristán de Domezain. Tras la conquista castellana de 1512, el primer gobernador de Fernando el Católico fue Gonzalo Dávalos.

Villa episcopal (1383-1429)

Villa episcopal (1383-1429). En Garazi residió Pierre de Sumalaga, obispo cismático. A la muerte en 1383 de Pierre d'Ordaich, titular de la sede bayonesa, fue reemplazado por Roma por Bartolomé d'Arribeyre. El papado de Avignon nombra a su vez a Sumalaga quien, acompañado de varios canónigos cismáticos, se instala en Saint-Jean. Sumalaga será reemplazado a su muerte por García de Eugui (1384). A la muerte de éste (1409) Avignon nombra a Guillén Arnaud de Laborde, quien, asistente al concilio de Constanza, fue el último obispo cismático.

Brujería

Brujería. En esta villa tuvieron lugar en el s. XIV varios procesos de brujería. Jurdana de Irissarry, de profesión «herbolera», perece en la hoguera en 1330. Alamana de Méharin es acusada de cometer sortilegios y enviada a Pamplona para que la juzgue el Consejo Real. En 1338 la hoguera da cuenta de una vecina de Lasse, Condesa de Urritzaga, acusada de bruja, a la que se tuvo 35 días en una celda del castillo hasta que se logró arrancarle confesión.

Guerras civiles del siglo XV

Guerras civiles del siglo XV. En las guerras de bandos, que adquirieron una especial virulencia al surgir la disputa por el trono entre el Príncipe de Viana y su padre Juan II de Aragón a mediados del s. XV, la villa de San Juan de Pie de Puerto, donde gozaba de gran influencia el señor de Gramont, se declaró a favor del rey D. Juan. Aprovechando esta circunstancia, Juan de Luxe la tomó y la puso a saco. A este respecto declaró el rey en una carta fechada en Tafalla el 5 de febrero de 1451: «Mossen Joan seinor de Lucxa, fallesciendonos de la sujeción natural et fidelidat en que nos es tenido, et encorriendo en mal caso et en el caso de lesa majestad furtiblemente, nos furtó et tomó el nuestro cestieillo et villa de San Joan de Pie del Puerto, et robó a los vecinos de todos sus bienes e los sacó et fuera echó d'aqueilla et de sus casas.

Conquista castellana

A principios de agosto de 1512, durante la conquista de Navarra por los ejércitos de Fernando el Católico, San Juan de Pie de Puerto, junto con otras plazas navarras y siguiendo el ejemplo de Pamplona, se sometió al ejército castellano del Duque de Alba. El Duque mandó colocar en esta plaza una guarnición, pues comprendió la importancia de esta ciudad como llave de los desfiladeros de Roncesvalles. En la última semana de agosto, la vanguardia del ejército del Duque de Alba al mando del coronel Villalba llegó a esta ciudad y reforzó la guarnición castellana, habiendo previamente tomado el desfiladero de Roncesvalles. De esta forma se consumó la conquista de la Baja Navarra. Y el día 10 de septiembre de 1512 llegó el mismo Duque de Alba con su ejército. Desde aquí comunicó al marqués de Dorset, jefe del ejército inglés que se encontraba en Guipúzcoa, que se le uniera en Hasparren para emprender la conquista de la Guyena, tal como lo tenían planeado. Pero el marqués de Dorset se negó, molestado con los castellanos porque el Duque había utilizado siete días en Roncesvalles, por lo que se perdió la posibilidad de tomar la Guyena. En el mismo septiembre grandes contingentes de tropas francesas se concentran en la Baja Navarra. Forma el ala izquierda de estas tropas un cuerpo de ejército que al mando del rey de Navarra Juan de Albret y del general La Palice se sitúa en Sauveterre. El centro lo forma un ejército francés al mando del delfín Francisco de Angulema, que se sitúa en Peyrehorade con la idea de bloquear al Duque de Alba en San Juan. Y el ala derecha al mando del general Lautrec queda situada en Bayona. El cuerpo de ejército del ala izquierda efectúa incursiones, apoderándose de los víveres y dejando en el hambre y en una situación muy peligrosa al Duque, sitiado en San Juan. El Duque, comprendiendo el peligro que le cerca, manda fortificar la ciudad. Pero los soldados castellanos, exhaustos de fatiga y privaciones, acabaron sublevándose la noche del 24 de septiembre. A duras penas fue sofocada la sedición. Incluso hubo que perdonar a los culpables. Y continuaron fortificando la ciudad, teniendo que trabajar de peones hasta los mismos nobles. El ejército inglés al mando del marqués de Dorset, que se sentía engañado por los castellanos, parte hacia Inglaterra el 15 de octubre en una flota que le tuvo que proporcionar Fernando el Católico. Cunde la consternación en el ejército castellano sitiado en San Juan Pie de Puerto. El centro del ejército francés, al mando del delfín Francisco de Angulema ayudado por los duques de Longueville y Borbón, avanza desde Peyrehorade hasta Gárriz, a pocas leguas de San Juan. Este ejército constaba de 8 a 10.000 gascones y bearneses, 1.500 lansquenetes, 1.000 hombres de armas y una potente artillería. Tenía la misión de inmovilizar al Duque de Alba en San Juan, hasta que el ala izquierda al mando de La Palice y Juan de Albret llegase a Roncesvalles, cerrando así una tenaza envolvente en torno a la Baja Navarra. El ala derecha a las órdenes de Lautrec debía permanecer en Bayona vigilando Guipúzcoa. Pero los movimientos del ala izquierda eran muy lentos, por lo que el Delfín les ordenó avanzar ya directamente hacia Pamplona. Por su parte no haría presión sobre San Juan para que no lo desalojara el Duque de Alba. Pero cuando éste se enteró que el ala izquierda había tomado el Roncal se dio cuenta de la celada y ordenó el 19 de octubre de 1512 la inmediata retirada del fuerte de Mongelos, con miras a una rápida huida hacia Pamplona. Ese mismo día la guarnición castellana abandonó y quemó el fuerte de Mongelos y durante la retirada hacia San Juan hubo una pequeña escaramuza, pero las tropas francesas no quisieron presentar batalla. El día 20 del mismo mes pretendió el Delfín tender una emboscada al Duque de Alba, creyendo que éste saldría para recoger sus muertos de la escaramuza del día anterior, pero los castellanos no salieron. En vano envió el Delfín un rey de armas a retar a los castellanos; el Duque de Alba no aceptó batalla. El 22 de octubre de 1512 el Delfín se enteró de que el ala izquierda al mando de Juan de Albret y La Palice había ocupado el camino de Roncesvalles a Pamplona. Creyó haber hecho ya bastante y se retiró con su ejército hacia Mauléon. El Duque, en cuanto supo esto, dejó en San Juan al mando de Diego de Vera una guarnición de 800 infantes, 200 lanzas y las 21 piezas de artillería de que disponía y salió a marchas forzadas hacia Pamplona. Llegó a la capital navarra el día 24 de octubre de 1512, horas antes que el ejército de Juan de Albret y La Palice, a quienes había pasado la noche anterior. A partir de 1512 Fernando el Católico mandó fortificar San Juan de Pie de Puerto y otras ciudades navarras para prevenir una nueva revancha de la dinastía de Albret apoyada por Francia. Colocó además una fuerte guarnición al mando del artillero Diego de Vera. En el año 1513 el mismo Fernando el Católico nombró a Juan de Aróstegui receptor de San Juan de Pie de Puerto como premio a la ayuda prestada durante la conquista del reino. Tras haber sido firmado un acuerdo el 1 de abril de 1513, conocido equivocadamente por el nombre de Tregua de Orthez, entre Fernando el Católico y Luis XII de Francia, por el que Luis XII se comprometía a abandonar la causa del rey destronado de Navarra Juan de Albret, Fernando el Católico ordenó al Marqués de Comares ocupar toda la Baja Navarra. El Marqués pasó los Pirineos, reforzó la guarnición de San Juan de Pie de Puerto, ocupó toda la Baja Navarra y sometió seguidamente todo el Baztán tomando la fortaleza de Maya. Tras este triunfo castellano los delegados de toda la merindad de San Juan de Pie de Puerto prestaron juramento de fidelidad a Fernando el Católico, mientras Juan de Albret que estaba situado en Sauveterre con 5.000 hombres hubo de contentarse con cubrir y defender el Bearne. En el año 1514 Fernando el Católico, viendo los aprestos militares realizados por Juan de Albret, ordenó que la artillería de San Juan fuera trasladada a Pamplona. El 31 de octubre del mismo año congregó a las Cortes de la Baja Navarra en Uhart, cerca de San Juan, y les obligó a jurarle fidelidad. Quedó en San Juan Pie de Puerto una guarnición castellana de 1.200 soldados y 600 arcabuceros al mando del capitán Gonzalo de Avalos. Esta guarnición intentó a finales del año 1515 sorprender la fortaleza de Luxa, pero no logró tomarla.

Intentos de recuperación

Intentos de recuperación. En el mes de marzo de 1516 la mayor parte de la guarnición de San Juan de Pie de Puerto se había replegado hacia Pamplona a las órdenes de Diego de Vera. Las tropas de Juan de Albret ocuparon la ciudad y uno de los fuertes, pero la ciudadela al mando del alcaide Antonio de Avila resistió enérgicamente. Seguidamente Juan de Albret siguió hacia Roncesvalles, pero no pudo penetrar en la Alta Navarra por falta de pertrechos. Por ello volvió a San Juan y sitió la ciudadela, que estaba fuertemente pertrechada. Mientras, otro cuerpo de ejército al mando del mariscal de Navarra don Pedro penetra en el Roncal y lo ocupa. Avanza hacia Roncesvalles, esperando encontrar allí al ejército de Juan de Albret. Pero encuentra la comarca abandonada y retrocede hacia el Roncal; cae en una emboscada que le tiende el coronel Villalba y se ven obligados a entregarse. Juan de Albret, al enterarse de este desastre, abandona el sitio de San Juan y retrocede hasta el Bearne, acosada su retaguardia por el ejército castellano. El 12 de mayo de 1521 llegan a San Juan de Pie de Puerto las tropas navarras y bearnesas, intentando reconquistar Navarra para don Enrique de Albret. Sitiaron la ciudad y tras un bombardeo de tres días la escasa guarnición castellana capituló. Toda la Baja Navarra se levantó en masa a favor de Enrique de Albret. El ejército francés al mando de André de Foix, señor de Asparros, continuó su avance hacia la Alta Navarra y quedó como gobernador de San Juan el senescal de Nobouzan Menaud d'Aure, señor de Larboust. El ejército franconavarro reconquistó toda Navarra, pero fue vencido por los castellanos en la batalla de Noain el 30 de junio de 1521. En el mes de julio del mismo año un ejército castellano al mando de Diego de Vera sitió San Juan de Pie de Puerto y tras 20 días de asedio tomó la plaza, pereciendo los 300 hombres que la defendían, con su capitán Juan Cote a la cabeza. En el año 1530 Carlos V, encontrando muy costosa la ocupación de la Baja Navarra, abandonó espontáneamente el país, que volvió a manos de la corona de Albret.

Guerras de Religión

Guerras de Religión. Durante las guegras religiosas, San Juan de Pie de Puerto, en poder del bando católico, es ocupado en 1570 por los calvinistas, que colocan como castellano a Larrea. La iglesia de Santa Eulalia de Uganga, la más antigua dela ciudad, es incendiada y la de Nôtre-Dame du Pont convertida en establo.

Revuelta femenina

Revuelta femenina. El incremento de la presión fiscal, especialmente de la gabela y del impuesto sobre el tabaco, fue una de las causas de las graves revueltas femeninas que se extendieron por todo el País Vasco durante el s. XVIII. En 1748, esta ciudad fue protagonista de manifestaciones y ruidosas algaradas que tuvieron que ser sofocadas por la fuerza pública. El nuevo impuesto afectaba a artículos de primera necesidad tales como cera, polvos de arroz y papel.

Epidemia de 1772

Epidemia de 1772. En el mes de julio de 1772 se recibió en Pamplona una cana de San Juan de Pie de Puerto, previniendo contra una epidemia de ganado que asolaba la Gascuña y el Bearne, según refiere Idoate en Rincones…, t. I, págs. 348 y 349. En Pamplona se tomaron varias medidas preventivas, evitándose que se propagara por el reino el mal.

Revolución

El 15 de junio de 1789, reunidos en Garazi los Estados Generales de Navarra, deciden acudir a los Estados Generales del reino, convocados en Versalles, con la condición de que se respeten los derechos particulares de Navarra. Durante el período revolucionario la villa recibe el nombre de Nive-Franche

Guerra de la Convención

Guerra de la Convención. A principios de mayo de 1793, una de las dos divisiones que componen el ejército francés se encuentra establecida en Saint-Jean-Pied-de-Port. Cuenta, entre otras, con 10 compañías de cazadores vascos, uno de cuyos oficiales es el célebre Harispe. Tras la pérdida francesa del fuerte de Château-Pignon, hecho ocurrido el 9 de junio de 1793, los franceses atrincheran el puesto de Saint-Jean-Pied-de-Port y reciben allí una cierta instrucción militar y disciplina, bajo el mando del general Lagenetière.

Fuente: http://www.euskomedia.org/aunamendi/32661

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